miércoles, 9 de abril de 2008

. ¿Quién le garantizaba que las cosas no eran un invento, que era una realidad... LA realidad, y que lo que estaba sucediendo era un enorme y muy evolucionado Engaño, que lentamente, a lo largo del tiempo, logró convencernos a todos, que caminamos ciegamente diciendo que sí a algo que nos devora y nos arrebata la magnífica voluntad de elegir, o mejor dicho, la hermosa bendición de amar, sin importar nada material, nada superficial, nada trivial?
. Solía pensar, él, o mejor dicho, sabía con seguridad él que, oculto en el interior de cada ser, encontrábase la respuesta. La respuesta a este miedo inexistente y creado. Pero las nueces no se partían tan fácilmente... difícil, imposible casi le resultaba penetrar la superflua burbuja que lo separaba a sus otros de la realidad, de su realidad.
. Realmente deseaba recibir una señal, sea buena esta, o mala cual funeral inesperado. ¿Alguien lo acompañaría, en algún momento, por su sendero? ¿O veríase condenado a vagar eternamente sin sus pares? ¿Era acaso, todo su ideal, una gran ilusión? ¿Algo que nunca existió, algo que nunca fue así, tan perfecto? ¿Tan irreal era su sensación? ¿Tan delirante?
. ¿Acaso la felicidad incondicional no existe? ¿Por qué no la mostramos? ¿Por qué no nos dejamos simplemente ser? ¿Por qué estoy tan triste mientras escribo estas palabras?

. Amada gente, si tan sólo pudiéramos quebrar todas estas absurdas barreras que nos separaran entre nosotros, los humanos, las personas, entre sí. Si tan sólo ésta palabra fuera moneda corriente. Si tan sólo obviáramos nuestra insistente desidia... me estoy acercando, pero los veo alejarse.

. ¿Hace falta que la mencione otra vez, esa larga lista de banalidades ridículas?
. Voy a hacer un nombramiento selecto, muy "abarcativo".
. Juicio.
. Sí, sólo eso, sólo el Juicio. Si pudiéramos obviar el Juicio, y todo lo que eso implicaría:
. De ahora en adelante, todos son personas. No hay "blancos", "asiáticos", "rusos", "chetos", "negros".
. Todos somos iguales en nuestra esencia.
. ¿Es que acaso no resulta incoherente diferenciar, juzgar a las personas por su ascendencia, peso, belleza (estética), gusto (musical, sexual, intelectual)?
. Es que acaso no estamos armados de pies a cabeza, en alma y cuerpo, con dotes perfectos para darnos amor? Manos, dedos que pronuncian hermosas caricias, labios que besan, y también acarician. Vellos en todo nuestro cuerpo, a través de los cuales el espíritu se alimenta de las deliciosas cosquillas. Y podría hablar tanto de Eros, Dionisio, Afrodita, pero temo irme por las ramas.
. Preparados en alma, mente y carne para ser felices plena e incondicionalmente, nacidos con estas hermosas facultades, con el tiempo se corrompe uno. Oh, maldito tiempo, malditas agujas. Y malditos los estúpidos males de la humanidad.

. ¿Por qué permitimos esto? La codicia, las posesiones, el sentimiento de creer que algo "es de uno" ("esto es mío", "mi novia", "mis amigos", "mi casa", "mi cuerpo").
. Lo dejamos pasar, lo dejamos suceder, pero claro, ¡luego no falta la queja! Pero nunca aceptamos que la responsabilidad es totalmente nuestra (eso sí que es nuestro).
. Nosotros, los humanos, las personas, estos seres raros que fuimos totalmente en contra de la naturaleza y nos convertimos en esta cosa rara y amorfa que somos ahora. Sí, nosotros, los humanoides, los homo sapiens, los que éramos monos que comíamos frutos y trepábamos árboles y estábamos en constante armonía con la naturaleza, y ahora somos semi-autómatas, con correo electrónico, teléfonos celulares, plata, muebles, pertenencias, y un sórdido afán de ser alguien o algo, de competir, de pertenecer, de prevalecer, de extinguir.
. Sí, nosotros. Nosotros permitimos que éste mal, ésta erosión lenta pero constante y destructiva continúe, día a día. Estamos alimentando a lo que nos somete, nos creemos la falsa libertad que nos ofrece, y como es bastante cómoda (para algunos) la aceptamos. Pero no nos preguntamos "qué pasaría si...". Y si nos lo preguntamos, pasa poco tiempo y lo esquivamos, y nunca lo resolvemos, y seguimos atascados, mientras nos siguen moviendo como fichas en un tablero de ajedrez, manejados por las expertas manos del Sistema, el sabio estratega.

. Nosotros podemos darle la espalda, nosotros podemos hacer algo increíblemente poderoso: elegir. Y lo hacemos todo el tiempo, a veces bien, a veces mal. Lo importante es que cada vez que elegimos debemos ser responsables y hacernos cargo de nuestros actos, es decir, saber que elegimos cómo actuar, nada nos obliga, quizás si nos influye, pero la decisión final siempre es nuestra.

. Podríamos, indudablemente, cambiar el curso de nuestras decisiones hacia el bien, hacia la paz. ¡Es cuestión de hacer algo tan simple! ¡Increíblemente simple! Evitar lo malo, en definitiva, si es malo, ¿para qué hacerlo? ¿Par qué diferenciar, discriminar, con cualquier clase de (falso) argumento? Si todos somos iguales, y todos merecemos la felicidad plena y pura, y no esta mísera mentira.

. Perdónenme por subestimarnos pero: nos manejan con una moneda; nos asustan con un medio; nos callan con la censura; nos golpean con los patrones sociales. Nos dividen en "clases", nos alejan de lo nuestro, nos restringen, nos prohíben, no nos dejan ser. Y nosotros, que tanto nos jactamos de inteligentes, les permitimos que hagan todo esto... ¡qué estupidez! La estupidez humana nunca conocerá un límite si seguimos a este paso.

. Cuando estemos a punto de diferenciar a alguien de uno mismo, pensemos, sinceramente, y con el Corazón, no con la cabeza... con el Alma, no con la mente: ¿Es realmente diferente a mí?, ¿en qué? Es más pobre, es más alto, es más oscuro, es más amanerado, es más gordo, es más lindo, es menos 'cool'... es 'menos...', 'es más...', 'es distinto en...'
. ¡Bah! Patrañas, puras tonterías, puras trivialidades del ignorante Ego de uno. Toas diferencias que poco tiene que ver con lo que uno realmente es. No alimentemos a lo que nos implementaron, a la desidia, a la mentira, a la negligencia, a la separación, la división de la humanidad.

No dejemos que un estúpido patrón social nos aleje del Ser, de nuestro Ser, y de todo lo hermoso que nos rodea en esta vida tan maravillosa.

. Depende de nosotros.



Mac.

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